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El Blog de Cine Fiebre de Cabina realiza una crítica de Black Eyed Child

El Blog de Cine Fiebre de Cabina realiza una crítica de Black Eyed Child

Título: Black Eyed Child. Director: Tony Torres Morales

Una señora mayor vive sola y enferma en un sombrío piso. Su vida es una constante vigilia. Incapaz de conciliar el sueño camina aterrada por los pasillos de su casa arrastrando una bombona de oxígeno de la que succiona el gas, ayudada por una sucia máscara. La protagonista del cortometraje Black Eyed Child (BEC) se encuentra a las puertas de la muerte, unos niños con ojos negros la acosan y unas garras se ciernen a su cabeza intentando arrastrarla hacia la oscuridad. Este es el argumento del cortometraje dirigido por Tony Torres Morales, que se fija en una extendida casuística de personas que están en las postrimerías de la muerte, momento en el cuál tienen apariciones de pequeños seres con ojos oscuros rodeándoles mientras se encuentran en su lecho.

La casuística a la que hace referencia Black Eyed Child ha sido muy estudiada por los ufólogos, señalando que esos visitantes podrían ser los omnipresentes alienígenas grises, entidades de color gris, baja estatura y ojos oscuros y almendrados, aunque a presencia de estas criaturas en el entorno de personas cuya vida se aproxima a su fin tiene una causa desconocida para nosotros. La cultura popular ha otorgado a estos seres diversos ropajes, entre ellos el de la figura de niños de ojos negros, convirtiendo esos relatos orales en cuentos de horror gótico. El cuento gótico es un cajón de sastre donde podemos incluir, sin arrugarnos, muchos de los tópicos del género que Tony Torres Morales nos muestra en Black Eyed Child: una noche tormentosa, una mansión decrépita, apariciones fantasmales o demoníacas. Black Eyed Child es un relato de terror gótico cuya materia prima es la aparición de los sempiternos “grises” llevado a unas coordenadas donde el peso psicológico de la locura y la soledad pone en duda la veracidad de lo que la protagonista está viendo con sus ojos.

Black Eyed Child es un cortometraje sin demasiadas pretensiones, asienta sus bases en la cultura popular y en los estilemas del género cinematográfico del terror. No contiene ningún tipo de mensaje entrevelado ni pretende ser, como seguro que algunos están viendo, una crítica social de ningún tipo al abandono de los mayores. Black Eyed Child es un ejercicio de cine terror puro y duro, conciso y sin dobleces, un cortometraje que pretende aterrar creando atmósfera y que, a la vez, nos remite al mencionado fenómeno ufológico. Tony Torres Morales realiza este ejercicio de estilo con pulso firme, ojalá la oportunidad de llevar a formato largo Black Eyed Child u otro proyecto similar.

Black Eyed Child ha sido nominado a mejor cortometraje en las secciones de Maquillaje y Peluquería del Festival Internacional de cortometrajes de Pilar de la Horadada (Cortopilar).

 

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